Michael Jordan triunfó y fue el centro de atención ya en su primer año, en la temporada 1984-85, en la que tuvo en promedio 28,2 puntos por partido con un porcentaje en tiros de campo del 51,5. Rápidamente se convirtió en uno de los jugadores favoritos del público gracias a su juego muy espectacular y ofensivo. Jordan disputó el All-Star Game en el quinteto titular en su primer año en la NBA gracias a los votos del público. Aquella temporada también se llevaría el premio al mejor 'Rookie' del año, batiendo además como 'rookie' el récord de más puntos en un partido de la historia de la franquicia, con 49; el partido fue contra los Detroit Pistons de Isiah Thomas. Los Bulls terminaron la temporada con un balance de 38-44, quedando eliminados en la primera ronda de los playoffs ante Milwaukee Bucks en cuatro partidos.En su segunda temporada, Jordan no pudo jugar debido a una lesión en el pie. A pesar de la baja de Jordan, los Bulls terminaron la temporada con un balance un 30-52, y fueron eliminados por los Boston Celtics en la primera ronda de los playoffs por 3-0. Jordan se recuperó a tiempo para jugar los playoffs y lo hizo realmente bien, aunque no pudo evitar la eliminación de su equipo ante la máquina imparable que eran los Celtics de Larry Bird. Sin embargo, el segundo partido entró en la historia de la NBA debido a la impresionante actuación de Jordan, que se convirtió en el jugador que más puntos ha anotado en un partido de playoffs, con 63 puntos. Después del partido, que se decidió en la prórroga, las palabras de Larry Bird no podían resumir mejor la increíble actuación de Jordan: "he visto a Dios disfrazado de jugador de baloncesto".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario